sábado, 24 de marzo de 2012

MEDICINA TIBETANA, SABIDURIA ANCESTRAL

La Medicina Tibetana aborda la enfermedad y la sanación de un modo global y natural. La Medicina Tibetana aborda la causa de la enfermedad. Sus tratamientos se basan en plantas y minerales recogidos y activados con rituales específicos. La Medicina tibetana es también un gran complemento y ayuda de otros tratamientos y puede resolver enfermedades crónicas.
En la Medicina Tibetana se vé el claro reflejo de la filosofía Budista. 


La Medicina Tibetana resuelve las enfermedades desde al concepto Holístico: cuerpo, mente, alma, energía y entorno.


La sanación se promueve equilibrar los 3 principios básicos (humores):


- Lung o movimiento (el viento)
- Tripa o calor (la bilis)
- y Baken o frío (la flema)


La que  la enfermedad surge cuando existe desequilibrio. 
Desde el concepto Budista: el sentimiento de individualidad (el yo) y los tres venenos de la mente: deseo, odio e ignorancia, dan lugar al sufrimiento y a la enfermedad. 

Los tres principios se relacionan con los venenos:
 - Lung o movimiento con el deseo y el apego, el materialismo y afecta la   circulación de la sangre, nerviosa y energética, a los pensamientos y la digestión.


Tripa o calor con la aversión, odio, agresión y enfado y conecta con la asimilación, el hígado, la visión y las funciones mentales.


Beken o frío con la ignorancia y la no comprensión. Afecta la digestión, estructura, articulaciones y estabilidad mental.


El estado de los órganos internos se determina generalmente por el pulso. También se suele hacer mediante la orina, la lengua y la piel, que son meticulosamente estudiados. 


El diagnóstico por el pulso es complejo, es necesario muchos años para aprenderlo y décadas convertirse en experto.


También es muy importante el diálogo con el paciente, que facilita el acceso a su estado.


La Medicina Tibetana es muy recomendable específicamente para:

· Transtornos en el sistema nervioso y problemas derivados, dolores lumbares y problemas graves de columna que repercuten en gran parte del cuerpo, cervicales, etc.

· Enfermos de esclerosis múltiple, migrañas, artrosis y dolores articulares, reumatismo, y muy especialmente para fibromialgia.

· Trastornos menopáusicos y premenopáusicos.

· Problemas gástricos crónicos, desplazamiento hepático, anemia

· Alergias, rinitis y afecciones similares

· Es especialmente efectiva para enfermedades del humor del viento (ansiedad y estrés), como los trastornos depresivos y las enfermedades asociadas.


Las medicinas, hasta 250 preparados distintos, están realizadas con plantas medicinales -recogidas en los Himalayas y en el Tíbet- y minerales.
Para crear los remedios se utilizan hasta 2.294 sustancias medicinales.
Esta medicación totalmente natural no tiene efectos secundarios. Durante su procesamiento, se bendicen y energetizan siguiendo elaborados rituales budistas. 



Hay dos tipos de medicaciones orales que están graduadas y son usadas con base en información clínica definida. La medicación oral se refuerza mediante terapias tales como la aleación (uso de aceites medicinales), friegas, eméticos (vomitivos), purgantes, enemas suaves, supositorios, inhaladores nasales y baños. Cuando todo esto no acaba con la enfermedad, o cuando la enfermedad es grave y crónica, es recomendable la tercera línea de tratamiento: la "terapia externa".


La terapia externa está dividida sobre la base del cuadro patológico en dos categorías: menor y mayor. La terapia externa menor consiste en el masaje, la hidroterapia y los fomentos. La mayor en la acupuntura, la moxibustión y la sangría reforzada con cirugía.


La práctica de la meditación es muy importante para la salud y recuperación de la misma.


"La gente que practica la meditación, incluido el Dalai Lama, ha expresado

 que la habilidad para controlar y dirigir los pensamientos puede ser muy

 beneficiosa en términos de salud mental". 




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Abraham Abulafia, con Mario Sabán