ARGÁN

En la época de los Fenicios ya se trataban enfermedades con el aceite de argán, además de ser el mejor secreto de belleza de las mujeres de de las regiones pre-desérticas y de las mujeres nómadas del desierto del Sahara.
Portada del Libro El Aceite de Argán

Preservar la belleza y proteger la piel de las inclemencias del tiempo para evitar arrugas ha sido desde todos los tiempos una preocupación latente. Ya los fenicios trataban de frenar el envejecimiento cutáneo y celular consumiendo al aceite de argán.
El aceite de argán ayuda a frenar los signos del paso del tiempo.
Sin duda, nadie puede escapar del envejecimiento cronológico, pero si frenarlo o retardarlo. Con el paso de los años, la piel se vuelve más fina y pierde su elasticidad, también existen causas hormonales que pueden acelerar este proceso. La disminución del nivel hormonal causa deshidratación en la piel y aparición de arrugas.
Las personas que están expuestas durante horas al sol también tienen una piel más vulnerable, ya que los rayos Uva solares dañan profundamente la epidermis destruyendo el colágeno natural y la elastina de la piel.
Estar expuestos al sol o al viento, en el caso de los habitantes de desierto, puede causar graves enfermedades en la piel. Algo similar se produce cuando estamos muchas horas expuestos al sol en verano o en la nieve.
La piel pierde densidad y envejece porque con el paso de los años las células se dividen más lentamente. El aceite de argán actúa fortaleciendo las células y conservando la elasticidad de la piel, a su vez, protege y forma una fina capa sobre la piel resguardándola de factores externos.
Con la edad, no sólo la capa superficial de la piel se hace más fina, sino que también produce menos colágeno y las fibras de elastina se desgastan y empiezan a salir las arrugas. Las glándulas sebáceas producen menos grasa y el número de glándulas sudoríparas empieza a ser inferior. Estos cambios producen sequedad en la piel.
Aplicando diariamente aceite de argán sobre la piel, ayudamos a mantener la piel hidratada, regulando el funcionamiento de las glándulas y preservando el colágeno y la elasticidad por más tiempo. El aceite de argán nos protege exteriormente reteniendo ha humedad de la piel evitando la sequedad y la falta de oxigenación de las células.
       Libro de LOURDES P^RAT y JESSICA RAMOS: El Aceite de Argán (Editorial Obelisco)
El Argan (Argania Espinosa) es un árbol originario de Marruecos que constituye la segunda reserva forestal del país, el cual puede llegar a vivir hasta 200 años.
Lo llaman "el dador de vida en Marruecos", el único lugar donde crece. La plantación de árboles del Argan se extiende aproximadamente en 750.000 hectáreas, en el triángulo formado por Essaouira, Agadir y Taroudant. Este árbol de la familia de las Sapotáceas, es particularmente resistente a las condiciones secas y áridas de esta zona. Puede tolerar de hecho las temperaturas que van de 3 hasta 50°C, y se conforma con un nivel de lluvias muy escaso. Poco conocido en otras partes, ni siquiera en el resto de este país del norte de África. El argan sobrevive luchando contra la desertificación y proveer valiosos productos y trabajo para los beréberes, el pueblo autóctono de la zona.
Superviviente de la era terciaria, su capacidad de resistencia al calor y a la sequedad, permitió que él se adaptara a los suelos más pobres. El Argan crece de manera salvaje y en abundancia en las regiones áridas y semiáridas del Sur-oeste de Marruecos, donde representa un elemento irreemplazable en el equilibrio ecológico y en la salvaguardia de la biodiversidad. Retorcido y espinoso, envía sus raíces profundamente a la tierra en busca de agua, uniendo el suelo contribuyendo al mantenimiento de la tierra y permite luchar contra la erosiín de las aguas y del viento que amenazan desertificar buena parte del área.
El fruto del Argan.
Su fruto color verde. de aspecto parecido a una aceituna gigante- tiene un olor dulce pero un sabor desagradable. Aún así, contiene un verdadero tesoro: una nuez muy dura con unas pequeñas semillas ricas en aceite. El aceite es muy nutritivo, y - cosa aun más importante -rico en ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Usado localmente hace mucho tiempo como elemento medicinal y cosmético, también ha sido utilizado para mojar pan y como aliño para ensaladas. (Actualmente es un ingrediente cosmético y terapéutico de efectividad comprobada científicamente, ya utilizado en Europa y América del Norte).
Las cabras que ayudan a cosechar las semillas, les prohíben entrar al bosque hasta que los frutos hayan madurado; en el tiempo justo, hacen frente a las espinas y trepan a los árboles, comiendo la carne de sabor desagradable de los frutos. Las nueces descartadas por las cabras luego se rompen a mano entre dos piedras - un proceso muy laborioso - para extraer el fino aceite.
Las cáscaras de nuez se queman como combustible. La madera del argan - conocida como "madera de hierro marroquí" - es muy valorada, y se usa para incrustaciones en cajas de taracea. Nada es desperdiciado. Varias cooperativas de mujeres han empezado a cosechar el aceite para exportación, ofreciendo muy necesarios empleos.

5 comentarios:

  1. Hola Lourdes, me gustó mucho tu blog. ¿Me recomiendas alguna marca o aceite de argán en concreto? Gracias

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  2. Se me olvidó añadir en el mensaje que acabo de enviar, te pedía recomendación pensándolo usar para aminorar estrías. Gracias

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  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  4. Muy buen artículo, y aunque no he leído el libro aún, parece bastante interesante. Alguien preguntaba por alguna marca como recomendación, yo puedo recomendar el de Olive Nature, está certificado y es puro, una maravilla.

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  5. He tenido la suerte de conocer Esouira y ver las cabras sobre los arboles de Argán, también he probado el aceite de Argán y el dulce de Argán, todo muy bueno.
    He hecho brotar las semillas de Argán, así que espero tener semillas dentro de algunos años.
    muy linda la nota.

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Abraham Abulafia, con Mario Sabán