lunes, 16 de enero de 2012

LA FUERZA INTERIOR Y EL BIENESTAR

Vivimos en un mundo donde actúan múltiples fuerza y donde, a pesar de nuestra cultura, siguen habiendo interaciones, supremacías, supervivencia, e intercambios propios del medio natural del que procedemos.
Diferentes mecanismos afectan nuestro psíquico.
La profundización en el conocimiento del Yo interno aumenta nuestra libertad de elección y optimiza nuestras capacidades.
Cada persona debe tener sus propios códigos de significado vinculados con lo que representa el bienestar y la satisfacción. Nadie nos debe decir como lo debemos sentir ni conseguir, ya que es un logro propio e individual.
Las personas más evolucionadas o competitivas utilizan la fuerza del Yo interno para realizar operaciones eficientes y eficaces sobre la realidad, y  resolver los desafios que le plantea la vida.
Las personas no competitivas y poco evolucionadas, no conocen la fuerza de su Yo interno y se dejan llevar por los demás, sin darse cuenta que los manipulan,  porque necesitan sentirse especiales. Estas personas no saben resolver los desafios de la vida y recurren a elementos de justificación como el falso juicio de la realidad, u otros como:
-Resistencia a la innovación y la tecnología con el pretexto del "volver a las fuentes"
-La falsa espiritualidad, o el síndrome de "la zorra y las uvas" (fábula de Esopo).
-Decir que no les interesa en "consumo", cuando en realidad, no son capaces de alcanzarlo.
-La negación (el "todo está bien"), al servivio de la "cultura de la pobreza" por su inutilidad para ganarse la vida honradamente.
-Se aferran a ideologías que soportan el aislamiento, las relaciones reducidas a pequeños grupos que inculcan ideas, cerrazón obcecada, y mitologías varias.
-Se afreeran a pseudo-espirituales y esoterismos mágicos tales como : " lo que tenga que ser, será", pensamientos proyectivos, conformidad bajo el simbolo de amar a todo y a todos...

 NUESTRA COSTITUCIÓN ES BIOLÓGICA, PSÍQUICA Y ESPIRITUAL

El bienestar y el malestar son construcciones dentro de la historia individual de cada uno.
El Yo constituye la unidad psiquico-afectiva en la que confluyen lo insconciente, lo heredado, lo aprendido y los impactos de cada cirscunstancia. La forma y la habilidad con que vivimos cada uno de estos aspectos determinará nuestro Yo integrado y productivo o, por lo contrario, creará un Yo desintegrado e improductivo, abierto a todo tipo de influencias.
Es importante tener en cuenta que el mundo de los afectos y emociones es constitutivo de nuestro ser psíquico, y es la fuente energética de alimentación más valiosa, junto con el plano afectivo-sexual presente en nuestra vida.

Fábula de La zorra y las uvas:
http://www.youtube.com/watch?v=IS20Ejlfbmc













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Abraham Abulafia, con Mario Sabán