Se puede ser libre manteniendo una relación afectiva sólo cuando las dos personas son maduras e independientes.
La madurez emocional, y la libertad nos permiten expresarnos abiertamente, sin miedos, y compartir sin dependencia.
Cuando hay madurez emocional no hay "necesidad" en la relación, sólo hay un libre compartir con respeto y aceptación de todo lo que es y siente cada uno.
Cuando gozamos de este tipo de libertad emocional, podemos vivir intensamente y en plenitud nuestra relación porque no hay lugar al engaño ni a la fustración.
La necesidad del "otro", la necesidad de "control", el dudar de sus pasos o acciones, es una constante presión que no nos deja desarrollarnos como personas y no nos deja disfrutar de la vida.
Cuando hay dependencia, hay control, miedo, espectativa, discordancia, peleas y constantemente se cree que todo es pasajero, y asi se pasa el tiempo en la relación; esperando que llegue el momento en que la relación sea idílica, y eso...nunca llega, y mientras, se te va pasando la vida.
La persona liberada tiene una verdadera humildad que nunca degenera en servilismo. Tanto puede ser un amo y maestro como un niño, según el momento.
La persona libre puede amar sin miedo, porque confía y cree en la persona que le acompaña, no tiene dudas, ya que su relación se basa en la honestidad y confianza, por tanto, tampoco sufre por temor a ser engañada.
Una persona así nunca deja de confiar, porque si alguna vez alguien abusa de su manera de ser, o le engaña, tiene muy claro que ella no tiene nada a perder, porque da lo mejor de sí, y si lo que recibe no es tan puro como su honestidad y confianza, no le afectará traumaticamente, porque sabe que lo ocurrido no ha sido causado por su proceder.
Y añado textualmente un pensamiento de A. Strano que dice:
"Una persona liberada es la que confía sin temor de ser engañada, que cree que cuando hay honestidad el Universo le dará protección; que su comportamiento es de tal índole que incluso si otros hacen mal uso de dicha confianza ella o él no pueden perder".
Las personas maduras emocionalmente hablando, saben respetar y no utilizar el pasado ni los errores para reprochar. No hacen de su relación una competición, ni necesitan estar constantemente encima de todo lo que concierne a su pareja, porque entienden, comprende, y disfrutan la libertad en confianza. No necesitan estar re-confirmando la relación ni los sentimientos.
La necesidad de control y de marcar territorio sobre la persona amada, no es mas que una carencia afectiva, una falta de autoestima y una dependencia emocional insana hacia alguien para llenar los propios vacíos.
Alcanzar esta madurez no es fácil, se va adquiriendo si asimilas y aprendes con los errores y trabajas tu interior.
Seguimos creciendo, seguimos aprendiendo.... y aprendiendo a ser libres, inshallah
La madurez emocional, y la libertad nos permiten expresarnos abiertamente, sin miedos, y compartir sin dependencia.
Cuando hay madurez emocional no hay "necesidad" en la relación, sólo hay un libre compartir con respeto y aceptación de todo lo que es y siente cada uno.
Cuando gozamos de este tipo de libertad emocional, podemos vivir intensamente y en plenitud nuestra relación porque no hay lugar al engaño ni a la fustración.
La necesidad del "otro", la necesidad de "control", el dudar de sus pasos o acciones, es una constante presión que no nos deja desarrollarnos como personas y no nos deja disfrutar de la vida.
Cuando hay dependencia, hay control, miedo, espectativa, discordancia, peleas y constantemente se cree que todo es pasajero, y asi se pasa el tiempo en la relación; esperando que llegue el momento en que la relación sea idílica, y eso...nunca llega, y mientras, se te va pasando la vida.
Las personas libres y emocionalmente maduras gozan de una autentica humildad, y comprensión inagotables, que además brindan espontáneamente, sin pedir nada a cambio, y nunca de manera interesada, y que por supuesto no se ha de confundir con sumisión.
La persona liberada tiene una verdadera humildad que nunca degenera en servilismo. Tanto puede ser un amo y maestro como un niño, según el momento.
La persona libre puede amar sin miedo, porque confía y cree en la persona que le acompaña, no tiene dudas, ya que su relación se basa en la honestidad y confianza, por tanto, tampoco sufre por temor a ser engañada.
Una persona así nunca deja de confiar, porque si alguna vez alguien abusa de su manera de ser, o le engaña, tiene muy claro que ella no tiene nada a perder, porque da lo mejor de sí, y si lo que recibe no es tan puro como su honestidad y confianza, no le afectará traumaticamente, porque sabe que lo ocurrido no ha sido causado por su proceder.
Y añado textualmente un pensamiento de A. Strano que dice:
Las personas maduras emocionalmente hablando, saben respetar y no utilizar el pasado ni los errores para reprochar. No hacen de su relación una competición, ni necesitan estar constantemente encima de todo lo que concierne a su pareja, porque entienden, comprende, y disfrutan la libertad en confianza. No necesitan estar re-confirmando la relación ni los sentimientos.
La necesidad de control y de marcar territorio sobre la persona amada, no es mas que una carencia afectiva, una falta de autoestima y una dependencia emocional insana hacia alguien para llenar los propios vacíos.
Alcanzar esta madurez no es fácil, se va adquiriendo si asimilas y aprendes con los errores y trabajas tu interior.
Seguimos creciendo, seguimos aprendiendo.... y aprendiendo a ser libres, inshallah