Los brotes de té contienen
diversos componentes hidrosolubles que encontramos en cada infusión. En el té
verde podemos identificar más de trescientos cincuenta componentes. La
composición química de los brotes y las hojas de té pueden variar dependiendo
de las características genéticas de cada planta y de las condiciones
agro-climáticas.
La mayoría de los componentes
químicos del té nos ayudan a prevenir enfermedades.
Una taza de té contiene
alrededor de 172 miligramos de flavonoides. Se estima que el tomar una taza de
té podría causar un efecto positivo inmediato y el tomar alrededor de 3.5 tazas
de té podría producir un efecto continuo
40% de hidratos
de carbono
20% de
proteínas
2% de
lípidos
9% de
minerales
3% de
cafeína o teína
100 gramos de té seco, contiene:
- Polifenoles
35%
- Vitamina C
250 mg (en el té verde)
- Vitamina E
100 mg
- Vitamina B
11 mg
- Beta-caroteno 15 mg
- Fibras 20%
- Clorofila
1%
- Cafeína 3%
El té verde también contiene
significativa cantidad de vitamina A, que protege las mucosas y el sistema
cardiovascular, y reduce la oxidación del colesterol malo (LDL); y de vitamina
B2, beneficiosa para la piel, el pelo, las uñas y la visión.
Los taninos contenidos en el
té son de efectos moderados gracias a la presencia de polifenoles.
Sales minerales que
encontramos en el té son; sodio, potasio, níquel, cobre, hierro, silicio,
aluminio, magnesio, manganeso, potasio, fósforo, calcio, y un contenido
importante de flúor.
Taninos catéquicos y
derivados de los polifenólicos como los flavonoides, kenferol, quecetol y
mirecetol.
Los taninos contenidos en el
té son de efectos moderados gracias a la presencia de polifenoles
Otros compuestos minoritarios que
también pueden encontrarse en el té son ácidos orgánicos como málico, succínico,
oxálico y galoquínico; compuestos glucídicos como inositol, azúcares, gomas y
pectinas.
Polifenoles; flavoides,
teaflavina, tearubigina
Xantinas: cafeína,
teobromina, teofilina
Los polifenoles representan
más del 30% de la composición del té. Los polifenoles se caracterizan por su
poder antioxidante y su capacidad para proteger el cuerpo de los radicales
libres. El contenido en polifenoles está en relación directa con la edad de las
hojas, cuanto más joven o tierna sea la hoja mayor es el contenido en polifenoles.
El té contiene varios tipos
de polifenoles, pero los más abundantes son los flavonoides.
El 85% de los antioxidantes
contenidos en una bolsita de té, se liberan durante los primeros 3 á 5 minutos
de infusión. Una vez ingerida la taza de té, nuestro cuerpo percibe el poder de
los antioxidantes pasadas dos horas tras la ingestión.
La capacidad antioxidante de
los polifenoles del té hace que esta bebida se convierta en un cardioprotector.
Los antioxidantes ayudan a bajar las concentraciones plasmáticas de colesterol
y de homocisteína. La homocisteína es un aminoácido presente en el cuerpo. Su
metabolismo está unido al metabolismo de algunas vitaminas del grupo B,
especialmente el ácido fólico, la homocisteína aumenta en la sangre. Los niveles
sanguíneos elevados de homocisteína aumentan el riesgo de que una persona
padezca una enfermedad cardiovascular, (como un infarto de miocardio, un
accidente cerebrovascular o problemas de circulación. La homocisteína está
implicada en el desarrollo de la arteriosclerosis y reduce la flexibilidad de
las arterias y de las venas.
El 85 % de los antioxidantes contenidos en el
té se liberan entre los 3 a 5 minutos primeros de la infusión.
El compuesto químico galato
de epicatequina encontrado en el té es un reconocido energizante y antioxidante
que favorece le pérdida de peso. Este mismo componente químico presente en el
té tiene propiedades antioxidantes 200 veces superiores a la vitamina E.
En el té negro encontramos
una considerable dosis de quercetina. La quercetina puede ayudar a prevenir que
las células inmunológicas liberen histamina, el químico causante de las
irritaciones, alergias, inflamaciones y estornudos.
Las catequinas contenidas en
el té sobretodo, y en mayor cantidad en el té verde), son bactericidas que
disminuyen considerablemente la acción del Streptococcus (bacteria que causa
importantes infecciones, sobretodo en la caries y formación de la placa
dental), reducen la posibilidad de contraer cáncer o cualquier tipo de tumor,
nos protegen de las mutaciones genéticas, destruyen los virus de la gripe,
reducen el nivel de estrés y la taxa de colesterol, y regulan la presión sanguínea.
La teína o cafeína del té
tiene poder diurético, ayuda a eliminar líquidos y toxinas, y estimula el organismo gracias a su efecto
ligeramente excitante que ayuda a despejar la mente.
El contenido de teína o
cafeína en el té puede ayudar a bajar los niveles de colesterol.
El té estimula ligeramente el
sistema nervioso y cardiorrespiratorio, inhibe el sueño y
reduce la sensación de cansancio, relaja la musculatura lisa a nivel bronquial, uretral y de vías
biliares, estimula la contracción muscular y es diurético y astringente, hipolipemiante y
antiagregante plaquetario, y por su acción vitamínica P es venotónico y vasoprotector. La infusión de té poco concentrada puede ser eficaz en casos de irritación del
estómago, dolor de cabeza. En estados febriles el té actúa como refrescante. Es recomendable el consumo de té para casos de astenia psicofísica, diarrea, bronquitis, asma, coadyuvante en tratamiento de sobrepeso, arteriosclerosis e hiperlipidemia.
reduce la sensación de cansancio, relaja la musculatura lisa a nivel bronquial, uretral y de vías
biliares, estimula la contracción muscular y es diurético y astringente, hipolipemiante y
antiagregante plaquetario, y por su acción vitamínica P es venotónico y vasoprotector. La infusión de té poco concentrada puede ser eficaz en casos de irritación del
estómago, dolor de cabeza. En estados febriles el té actúa como refrescante. Es recomendable el consumo de té para casos de astenia psicofísica, diarrea, bronquitis, asma, coadyuvante en tratamiento de sobrepeso, arteriosclerosis e hiperlipidemia.
Los taninos contenidos en el
té nos ayudan en casos de diarrea, gastritis, u otros trastornos digestivos.
Los taninos son los causantes del sabor ligeramente amargo del té, y poseen
propiedades astringentes.
El poder saciante del té nos
ayuda en las dietas para mantener el peso
LiBRO RECOMENDADO: http://www.eljardindellibro.com/libros/__gran_libro_del_te.php
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