EL PLACER
¿Quién es el que puede ofender al espíritu?
¿Ofende el ruiseñor la quietud de la noche, o la luciérnaga enciende las estrellas?
Y, ¿molestan al viento vuestro fuego o vuestro humo?
¿Creéis que es el espíritu un estanque quieto que podéis enturbiar con un bastón?
A menudo, al negarnos al placer, no hacéis otra cosa que guardar el deseo en los recovecos de vuestro ser.
¿Quién no sabe que lo que es omitido, guarda el mañana?
Aún vuestro cuerpo sabe de s
¿Quién es el que puede ofender al espíritu?
¿Ofende el ruiseñor la quietud de la noche, o la luciérnaga enciende las estrellas?
Y, ¿molestan al viento vuestro fuego o vuestro humo?
¿Creéis que es el espíritu un estanque quieto que podéis enturbiar con un bastón?
A menudo, al negarnos al placer, no hacéis otra cosa que guardar el deseo en los recovecos de vuestro ser.
¿Quién no sabe que lo que es omitido, guarda el mañana?
Aún vuestro cuerpo sabe de s
u justa necesidad y no será engañado.
Y vuestro cuerpo es el arpa de vuestra Alma.
Y sois vosotros los que podéis sacar de él música o confusos sonidos.
Y ahora vosotros preguntaréis en vuestro corazón: ¿Cómo distinguiremos lo que es bueno de lo que no es bueno en el placer?
Id a vuestros campos y a vuestros jardines y aprenderéis que el placer de la abeja es reunir miel de las flores.
Pero es también el placer de la flor el ceder su miel a la abeja.
Porque para la abeja, una flor es una fuente de vida.
Y, para la flor, una abeja es un mensajero del Amor.
Y para ambos, abejas y flor, el DAR, y el RECIBIR placer son una necesidad y un éxtasis.
Sed en vuestros placeres como las abejas y las flores
Khalil Gibran
Y vuestro cuerpo es el arpa de vuestra Alma.
Y sois vosotros los que podéis sacar de él música o confusos sonidos.
Y ahora vosotros preguntaréis en vuestro corazón: ¿Cómo distinguiremos lo que es bueno de lo que no es bueno en el placer?
Id a vuestros campos y a vuestros jardines y aprenderéis que el placer de la abeja es reunir miel de las flores.
Pero es también el placer de la flor el ceder su miel a la abeja.
Porque para la abeja, una flor es una fuente de vida.
Y, para la flor, una abeja es un mensajero del Amor.
Y para ambos, abejas y flor, el DAR, y el RECIBIR placer son una necesidad y un éxtasis.
Sed en vuestros placeres como las abejas y las flores
Khalil Gibran
Sin duda, Khalil Gibran supo ver en este ejemplo de simbiosis, entra la abeja y la flor, un magnífico soporte para tan bella reflexión
ResponderEliminarSaludos amiga y que la Navidad sea feliz en ti,... en todo tiempo.
Gracias, amigo. Felices fiestas también para tí, Tuareg, fiestas del corazón que son las que importan durante todo el año, sin fechas específicas ni celebraciones impuestas...Un abrazo
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