LA MEDICINA DE LA TIERRA:
El contacto con la Naturaleza nos hace sabios y nos conecta con nuestra fuerza interior
Aquellos que viven en la Naturaleza, creando un íntimo vínculo con ella, pueden saborear el viento y controlar las migraciones de los animales.
Esos seres humanos notan todos los sutiles cambios en la atmósfera, son mucho más sensibles, sienten fuertemente el influjo de la Luna, y su plenitud interior crece y percibe más fácilmente cualquier energía de su entorno, y responde a ella, y siente de igual manera que una mujer sensible conoce y responde a las manos de su amado.
Viviendo en contacto con la Madre Tierra no hay separación entre los movimientos del mundo natural y las respuestas sensoriales invocadas en un ser humano que ha llegado a este íntimo entendimiento con el universo.
Si aprendemos a confiar en nuestros sentidos y a responder a la entrada discreta de esos mensajes de la Naturaleza en nuestra conciencia, podemos percibir innumerables y sutiles indicadores de cambio.
La clave de la intimidad y compenetración reside en la capacidad de aprendizaje a través de las experiencias de ensayo y error.
Cuando reconocemos las respuestas dentro de nosotros, aprendiendo a confiar en nuestros sentidos, los lenguajes del conocimiento interior cobran vida y nos regresan la Paz. La clave para para alcanzar este conocimiento interno reside en la Intimidad.
Cuando estamos íntimamente conectados con cada reacción y respuesta dentro de nosotros mismos, cuando confiamos en nuestros sentimientos, cuando actuamos sinceramente, sin temor y no por complacer a otros, nuevos mundos se abren ante nosotros.
A veces, la felicidad reside en recordar la "Medicina de la Firmeza": la de mantener nuestras decisiones y llevarlas adelante sin influencias externas. Recordando que las decisiones tomadas desde el corazón, desde la sabiduría interior son las que nos abrirán caminos y nos llevaran a nuestra realización y felicidad. Al ser conscientes de esto, apreciaremos la aventura de vivir en el giro de eventos que nos dará la vida.
Debemos confiar, arriesgar cuando lo dicta el corazón, aunque este proceso conlleve cambios radicales, pérdida de costumbres, nuevos retos, desprendimiento del pasado que hasta hoy fue el presente, y dejar personas que nos acompañaron en el camino.
Así es todo en la naturaleza, y así es correcto que sea, y el ser que se fusiona con ella siente este llamado y se impregna de esta sabiduría andando su camino interior.
Cada momento vivido debe ser una oportunidad de crecimiento, y al seguir aprendiendo y creciendo, la riqueza de la Sabiduría se quita el velo, alimentando el Alma.
De las plantas y los árboles podemos aprender a dar y recibir equilibrada-mente generosidad, interdependencia sana, y firmeza.
Los hermanos alados, pueden enseñarnos muchas cosas; los pájaros nos regalan cantos que estremecen nuestros corazones y oídos que tienen un gran mensaje en común con la esencia humana. Nos enseñan a abandonar nuestra estrecha visión y a mirar nuestras vidas desde una perspectiva de apreciación global.
Cuando nos vemos preocupados y presionados por detalles que nos alejan de una visión equilibrada, debemos hacer como el pájaro: volar con la imaginación sobre nuestra situación presente y verla desde lejos apreciando otras perspectivas y restándole gravedad. Desde esta posición de vuelo, desde la altura, la vista del problema es ventajosa, y la vida presenta un aspecto distinto.
Vuela alto y observa la globalizad de Tu creación.
Algunas personas tienen talento para crear un espacio sagrado donde otros se sienten cómodos, son seres que abrazan la seguridad natural, acogidos por la sinceridad, donde no residen juicios: ofrecen la confianza implícita de sentir en un corazón que se abrió de par en par.
Esa persona es un Guardián de la Sabiduría, el defensor de los espacios de confianza y afecto, de lealtad y aprobación, de respeto. Su honor es impecable, y en su palabra podemos confiar, es cómplice y amigo: Un raro y maravilloso Tesoro Viviente.
Uno de los mejores regalos de un Guardián de la Sabiduría es acogernos en el espacio sagrado de su corazón para que nos sintamos seguros, y descubramos el verdadero sentido de la amistad y el Amor incondicional..
En nuestra evolución y crecimiento, las experiencias deben crear un recuerdo positivo para darnos cuenta y ser plenamente conscientes de que todo lo que ha pasado antes fue adecuado para alcanzar nuestra madurez y plenitud.
Que todo lo vivido nos lleva al buen camino, al de poner en práctica todo lo aprendido.
Hemos de utilizar el recuerdo como medicina, como parte de la rueda de crecimiento en la vida, una rueda que nos lleva a la Sabiduría, a la que se unen los antepasados a través de las lecciones, conectando con toda la creación. Cuando llega ese momento de conexión con los ancestros y el recuerdo personal, ya no hay marcha atrás y nuestra vida habrá cambiado para siempre. El camino es la Confianza, cuando confiemos, llegaremos, y todas las puertas se abrirán de par en par.
http://www.esscube.it/espana_y_andorra/
El contacto con la Naturaleza nos hace sabios y nos conecta con nuestra fuerza interior
Aquellos que viven en la Naturaleza, creando un íntimo vínculo con ella, pueden saborear el viento y controlar las migraciones de los animales.
Esos seres humanos notan todos los sutiles cambios en la atmósfera, son mucho más sensibles, sienten fuertemente el influjo de la Luna, y su plenitud interior crece y percibe más fácilmente cualquier energía de su entorno, y responde a ella, y siente de igual manera que una mujer sensible conoce y responde a las manos de su amado.
Viviendo en contacto con la Madre Tierra no hay separación entre los movimientos del mundo natural y las respuestas sensoriales invocadas en un ser humano que ha llegado a este íntimo entendimiento con el universo.
Si aprendemos a confiar en nuestros sentidos y a responder a la entrada discreta de esos mensajes de la Naturaleza en nuestra conciencia, podemos percibir innumerables y sutiles indicadores de cambio.
La clave de la intimidad y compenetración reside en la capacidad de aprendizaje a través de las experiencias de ensayo y error.
Cuando reconocemos las respuestas dentro de nosotros, aprendiendo a confiar en nuestros sentidos, los lenguajes del conocimiento interior cobran vida y nos regresan la Paz. La clave para para alcanzar este conocimiento interno reside en la Intimidad.
Cuando estamos íntimamente conectados con cada reacción y respuesta dentro de nosotros mismos, cuando confiamos en nuestros sentimientos, cuando actuamos sinceramente, sin temor y no por complacer a otros, nuevos mundos se abren ante nosotros.
A veces, la felicidad reside en recordar la "Medicina de la Firmeza": la de mantener nuestras decisiones y llevarlas adelante sin influencias externas. Recordando que las decisiones tomadas desde el corazón, desde la sabiduría interior son las que nos abrirán caminos y nos llevaran a nuestra realización y felicidad. Al ser conscientes de esto, apreciaremos la aventura de vivir en el giro de eventos que nos dará la vida.
Debemos confiar, arriesgar cuando lo dicta el corazón, aunque este proceso conlleve cambios radicales, pérdida de costumbres, nuevos retos, desprendimiento del pasado que hasta hoy fue el presente, y dejar personas que nos acompañaron en el camino.
Así es todo en la naturaleza, y así es correcto que sea, y el ser que se fusiona con ella siente este llamado y se impregna de esta sabiduría andando su camino interior.
Cada momento vivido debe ser una oportunidad de crecimiento, y al seguir aprendiendo y creciendo, la riqueza de la Sabiduría se quita el velo, alimentando el Alma.
De las plantas y los árboles podemos aprender a dar y recibir equilibrada-mente generosidad, interdependencia sana, y firmeza.
Los hermanos alados, pueden enseñarnos muchas cosas; los pájaros nos regalan cantos que estremecen nuestros corazones y oídos que tienen un gran mensaje en común con la esencia humana. Nos enseñan a abandonar nuestra estrecha visión y a mirar nuestras vidas desde una perspectiva de apreciación global.
Cuando nos vemos preocupados y presionados por detalles que nos alejan de una visión equilibrada, debemos hacer como el pájaro: volar con la imaginación sobre nuestra situación presente y verla desde lejos apreciando otras perspectivas y restándole gravedad. Desde esta posición de vuelo, desde la altura, la vista del problema es ventajosa, y la vida presenta un aspecto distinto.
Vuela alto y observa la globalizad de Tu creación.
Algunas personas tienen talento para crear un espacio sagrado donde otros se sienten cómodos, son seres que abrazan la seguridad natural, acogidos por la sinceridad, donde no residen juicios: ofrecen la confianza implícita de sentir en un corazón que se abrió de par en par.
Esa persona es un Guardián de la Sabiduría, el defensor de los espacios de confianza y afecto, de lealtad y aprobación, de respeto. Su honor es impecable, y en su palabra podemos confiar, es cómplice y amigo: Un raro y maravilloso Tesoro Viviente.
Uno de los mejores regalos de un Guardián de la Sabiduría es acogernos en el espacio sagrado de su corazón para que nos sintamos seguros, y descubramos el verdadero sentido de la amistad y el Amor incondicional..
En nuestra evolución y crecimiento, las experiencias deben crear un recuerdo positivo para darnos cuenta y ser plenamente conscientes de que todo lo que ha pasado antes fue adecuado para alcanzar nuestra madurez y plenitud.
Que todo lo vivido nos lleva al buen camino, al de poner en práctica todo lo aprendido.
Hemos de utilizar el recuerdo como medicina, como parte de la rueda de crecimiento en la vida, una rueda que nos lleva a la Sabiduría, a la que se unen los antepasados a través de las lecciones, conectando con toda la creación. Cuando llega ese momento de conexión con los ancestros y el recuerdo personal, ya no hay marcha atrás y nuestra vida habrá cambiado para siempre. El camino es la Confianza, cuando confiemos, llegaremos, y todas las puertas se abrirán de par en par.
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