Ninguna imagen es inocente, ningún creador es virgen, ningún espectador es completamente objetivo.
Las condiciones ideales de laboratorio, los ambientes neutros, los espacios asépticos, las gentes inocuas, las atmósferas insaboras, incoloras e inodoras, apenas se dan en el propio laboratorio, un espacio aparentemente sellado y consagrado, donde una bacteria entrometida o una máquina díscola que no funciona bien, pueden dejar en evidencia tanta pulcritud.
Fuera de allí todo está contaminado, procesado, influido, condicionado, adulterado, enfatizado, manipulado, tamizado o modificado, amplificado o minimizado, fuera de allí todo es vida, todo es verdad, mentira, ficción y realidad.
Lo cierto es que, tal vez, ya no haya irrealidades ciertas porque todo ha pasado a formar parte de nuestra propia existencia, incluso lo virtual, esa nueva realidad aumentada, infinita e inmaterial que hace tan sólo unos años veíamos desde la distancia y que, ahora, marca diariamente nuestras vidas, las de todos.
Dice John Berger que el modo en que vemos las cosas está afectado por lo que sabemos y por lo que creemos, por lo que somos, por lo que fuimos y por la dirección que llevamos; el modo de crearlas, por supuesto, también.
Todo está condicionado, yo soy yo, mis circunstancias y mis genes, yo soy yo y toda la gente que me rodea, y en este mundo global e interconectado, yo soy yo y todos los demás.
Ésta es nuestra realidad, éste es el ámbito de nuestra vida, éste es el juego sin reglas donde todo es posible. Miguel Soler (Sevilla, 1975) continúa el camino de su reflexión a partir de aquí, girando con habilidad, intención y conciencia, los conceptos de realidad y de ficción que todos tenemos asimilados y que, posiblemente, sean tan inciertos como la verdad y la mentira.
Mañana 23 de Abril se presenta esta magnífico proyecto en el Centro de las Artes de Sevilla
la película de Miguel Soler: UNA VUELTA AL MUNDO
Las condiciones ideales de laboratorio, los ambientes neutros, los espacios asépticos, las gentes inocuas, las atmósferas insaboras, incoloras e inodoras, apenas se dan en el propio laboratorio, un espacio aparentemente sellado y consagrado, donde una bacteria entrometida o una máquina díscola que no funciona bien, pueden dejar en evidencia tanta pulcritud.
Fuera de allí todo está contaminado, procesado, influido, condicionado, adulterado, enfatizado, manipulado, tamizado o modificado, amplificado o minimizado, fuera de allí todo es vida, todo es verdad, mentira, ficción y realidad.
Lo cierto es que, tal vez, ya no haya irrealidades ciertas porque todo ha pasado a formar parte de nuestra propia existencia, incluso lo virtual, esa nueva realidad aumentada, infinita e inmaterial que hace tan sólo unos años veíamos desde la distancia y que, ahora, marca diariamente nuestras vidas, las de todos.
Dice John Berger que el modo en que vemos las cosas está afectado por lo que sabemos y por lo que creemos, por lo que somos, por lo que fuimos y por la dirección que llevamos; el modo de crearlas, por supuesto, también.
Todo está condicionado, yo soy yo, mis circunstancias y mis genes, yo soy yo y toda la gente que me rodea, y en este mundo global e interconectado, yo soy yo y todos los demás.
Ésta es nuestra realidad, éste es el ámbito de nuestra vida, éste es el juego sin reglas donde todo es posible. Miguel Soler (Sevilla, 1975) continúa el camino de su reflexión a partir de aquí, girando con habilidad, intención y conciencia, los conceptos de realidad y de ficción que todos tenemos asimilados y que, posiblemente, sean tan inciertos como la verdad y la mentira.
Mañana 23 de Abril se presenta esta magnífico proyecto en el Centro de las Artes de Sevilla
la película de Miguel Soler: UNA VUELTA AL MUNDO
Basado en Hechos Reales / Based on a Real Events from Gato Encerrado on Vimeo.